jueves, junio 23, 2005

Naufragando

Nos caímos del barco y decidimos nadar juntos, para que si uno se cansaba, el otro le ayudase. Pero de repente y sin mediación de corriente alguna, nadábamos en direcciones opuestas. En ese momento pude haber virado y seguirte, pero algo me hizo continuar hacia donde me dirigía.

Y ahora lo pienso y me preocupo por ti. Yo he llegado a la isla en la que siempre termino, en la que me tumbo debajo de un techo de hojas de palma, cerca de la orilla y miro al horizonte por si aparece un barco, atento para correr tierra adentro y hacer desaparecer cualquier signo de que hay alguien allí. No sea que me quieran rescatar.

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Ahora no quiero que me rescaten sabes?, total... si en el viaje de vuelta volveríamos a naufragar...

10:23 p. m.  
Blogger Unknown ha dicho...

Cómo pasa el tiempo y cómo cambian las cosas. Cuatro años y pico después resulta que me dedico a fabricar barcos.

6:32 p. m.  

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